Los animales siempre han estado con nosotros, fieles compañeros o temidos enemigos, generadores de mil aventuras, de mil historias, de innumerables mitos y leyendas, de aquí, de allá y de esos otros sitios que nunca hemos visto, son nuestro espejo, en ellos encontramos lo que somos, lo que odiamos, lo que tememos o lo que admiramos. Por ello, durante el año 2011, el Instituto Cervantes está desarrollando el programa “Bestiarios”, dentro de la línea de programación “Diálogo de Civilizaciones”.
La idea de Bestiario ha protagonizado buena parte de la historia de la literatura, el arte y otras áreas del conocimiento ya que en ella se produce una perfecta unión de la palabra y la imagen. Además, es un vehículo ideal para propiciar el diálogo entre culturas: imaginarios propios y colectivos, pasados y presentes. A través de los talleres que el Cervantes realiza dentro de este programa, niños y adultos de diversos países del mundo crearán un “cajón de seres”, su propio bestiario, con el que poder dialogar con nuestra cultura.
Los artistas y educadores Adrián Ibáñez y Amanda Robledo coordinan los talleres infantiles de este programa. A manera de laboratorio se juega con el concepto del Bestiario y su cercanía con la literatura y las artes hispanoamericanas, apoyándose en el uso de paisajes sonoros, imágenes de bestias y animales y la lectura de algunos cuentos, historias o fragmentos seleccionados de autores hispanoamericanos que tocan el concepto de “el animal”, y así sensibilizar a los niños y niñas y guiarlos hacia un proceso creativo, valiéndose de herramientas plásticas como el collage, el dibujo o la escultura blanda, a través de la creación de una mascota “muñeco” o su propio libro “diario secreto” a manera de Bestiario para contener y catalogar su colección de bestias.
El Bestiario adulto, coordinado por autores como Enrique Páez, Javier Sagarna o J. Eduardo Benavides, pretende fomentar en los participantes el deseo de escribir y potenciar su creatividad literaria, aplicando estrategias propias de la narración y analizando los elementos que intervienen en el proceso creativo. Se generarán textos de ficción que toman como referente la figura del Bestiario, poniendo énfasis en los posibles contactos entre el imaginario de bestias de distintas culturas y las de tradición española.
Como ejemplo uno de los textos generados en Rabat El padre monstruo por Kamal El Alami:
Kamal vivía en Rabat. Tenía cinco años, pelo negro, ojos claros. Era flaco y bajito. Vivía solo con su madre. A su padre lo veía cada domingo en la estación del tren. Uno de esos domingos, su madre cayó enferma, y no le pudo acompañar a la estación, y Kamal, que tenía muchas ganas de ver a su padre, se fue solo.
La estación estaba a las afueras de Rabat, cerca de un basurero. Ese domingo hacía mucho frío, y Kamal estuvo esperando en la estación durante horas sin que apareciera su padre. Al llegar la noche, vio que algo se acercaba desde lo lejos. Algo increíble, con una cabeza muy grande y un cuello muy pequeño, que le asustó y paralizó. Kamal lloró por su mala suerte, pero sus lágrimas no paraban a ese monstruo oscuro. Kamal lloraba y lloraba como si fuera su último día de vida.
Unas palabras le devolvieron a la vida: “Hijo mío”. Era su padre, con un paraguas, que había tardado en llegar por culpa de la lluvia.
El Bestiario ha visitado ya los centros de Brasilia, Rabat, Tánger y Tetuán y próximamente visitará los de Utrecht, Orán, Cracovia, Shanghái y Pekín..
¡Sigue su rastro!